Un niño de 12 años se queda solo en la calle luego de ser testigo de cómo agentes se llevaban al adulto que lo cuidaba; una bebé arrancada de los brazos de su madre, a la que se la llevaron deportada; alumnos que temen ir a la escuela por miedo a las redadas, o porque no saben si cuando vuelvan a sus casas, sus cuidadores estarán ahí.
La dura política migratoria que lleva adelante la administración de Trump está causando estrés y ansiedad en los niños, muchos de los cuales no tienen ni la edad suficiente para entender lo que está sucediendo, pero quedan atrapados en medio de las bruscas redadas y las deportaciones repentinas.
“Veo miedo y estrés en muchas familias y menores. Los niños no saben, cuando van a la escuela cada mañana, si sus padres estarán ahí cuando regresen a casa”, cuenta a CNN Lisa Mosko Barros, fundadora y directora ejecutiva de SpEducational, una organización sin fines de lucro que empodera a familias para buscar mejorar la educación para niños con necesidades especiales en Estados Unidos.
Mosko detalla que muchos padres y madres viven día a día con el estrés de lo que pasaría si son detenidos en alguna redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). “Pensar en ello aumenta el estrés y dificulta pensar en qué van a hacer, cómo van a cuidar a sus hijos, dónde pueden dejarlos”, afirma.
Uno de esos tantos casos es el de María y Juan (seudónimos que utilizaron por temor a ser identificados). Ambos padres, originarios de Perú, llegaron a EE.UU. con un hijo de seis meses que más tarde fue diagnosticado con autismo. Cuentan a CNN que ahora, ese joven de 23 años siente temor de que sus padres, sin ciudadanía, sean detenidos y deportados en alguna de las redadas de la administración Trump.
“Explicarle el desapego y separación de la familia ha sido difícil”, afirma Juan. “Tratamos hablarle de forma sencilla y darle una buena explicación y notamos su temor. Él ve las noticias y no entiende por qué las autoridades arrestan a madres a padres mientras están trabajando”.
María y Juan han vivido 23 años en Estados Unidos. Entraron al país con visa de turista y decidieron quedarse en el país para darle una vida mejor a su hijo, quien está bajo protección del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), una iniciativa que buscaba legalizar a miles de migrantes que vivían en situación irregular en el que consideran su propio país debido a que llegaron siendo niños.
Con la voz entrecortada, María dice que expulsarlos del país sería muy perjudicial a todo lo que han logrado. “Nunca hemos tenido problemas con la ley, siempre hemos cumplido nuestros impuestos y siempre hemos visto que nuestro hijo sea alguien de bien. Esto ha trastocado nuestros planes, tenemos que vivir día a día”, indica.
Desde enero, el Gobierno de Trump anunció que agentes del ICE pueden realizar arrestos cerca de lugares como escuelas, iglesias y hospitales, poniendo fin a una política de larga data que les impedía operar en los llamados “lugares sensibles”.
La situación ha llevado a María y Juan a hacer un plan de emergencia en caso de ser detenidos y deportados. Cuentan con dos personas de confianza que quedarían como tutores de su hijo, además han preparado y resguardado documentación importante, sin embargo, afirman que su peor temor es que ese plan tenga que activarse.
Esta pareja ha dejado de llevar a su hijo a su cita médica anual en el hospital porque afirman que “ya no es un lugar seguro”. María dice que para intentar estar a salvo de estas medidas, están en contacto con personas o en grupos de WhatsApp en los que alertan sobre los sitios en los que llevan a cabo redadas y así evitar esos lugares. Cuenta que, así como ellos, conoce a madres que no salían y mandaban a sus hijos con vecinos que tenían documentos y les pedían que los llevaran a la escuela, dejaron de tomar el transporte público o de ir a hospitales.
Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2025/06/09/eeuu/menores-migrantes-politicas-trump-ansiedad-miedo-orix